miércoles, 9 de marzo de 2011

Opinión personal (para algo es un blog) sobre el ciclismo urbano.

Hola a todos. Voy a estructurar este artículo de opinión de una manera totalmente objetiva, ejemplificando al final con mi caso, en donde, obviamente, será subjetiva. Me interesa especialmente que comentéis al respecto, porque sé que me leéis, y lo primero que deberíamos hacer todos los ciclistas urbanos es ponernos de acuerdo en nuestras ideas. En las entradas que crearé tras ésta daré un vistazo a las ordenanzas vigentes del ayuntamiento que nos competen, analizando los pormenores y, sobre todo, viendo que hay DEMASIADAS LAGUNAS.

Pero a lo que voy: la opinión general sobre el ciclismo urbano en España, y en particular en Albacete.

La movilidad ciclista está plenamente instaurada en la actualidad en las ciudades españolas, en mayor o menor medida, y parece que algunos núcleos de población destaquen por potenciarla mientras otros prácticamente no hacen nada o empiezan a hacerlo ahora (ejemplos de los primeros serían Barcelona, Sevilla o San Sebastián y de los segundos Ciudad Real, Oviedo o Alicante). Nuestra ciudad se caracteriza por encontrarse en un punto intermedio, ya que fue una de las "pioneras" en crear vías ciclistas, pero quedó retraída por bastante tiempo y ahora vuelve a reactivarse de manera bestial (las primeras obras se comenzaron en el 2000 y ha tenido que pasar una década para que se vuelva a poner en valor y se potencie).

El civismo en nuestro país parece algo utópico si nos atenemos a los datos, puesto que independientemente de las condiciones de las ciudades, en todas se crean problemas de todo tipo, y por descontado el desarrollo de vías ciclistas y la potenciación de la movilidad ciclista urbana también pueden desencadenarlos. Ello quizá pueda deberse a la rápida evolución desde "país en desarrollo-cuasi tercermundista" que existía en la Posguerra a "país desarrollado que intenta por todos los medios ser una potencia mundial", lo que por ejemplo ha conllevado una DEPENDENCIA DEL AUTOMÓVIL que hasta hace pocos años era impensable, ayudada por el incremento de las infraestructuras dedicadas a él. ¿Y dónde deja esto al ciclismo? En algo meramente casual, conocido más como deporte (a tenor de todas las competiciones que existen) que como método de desplazamiento. Y ahí entramos los ciclistas urbanos, osados individuos que afrontamos el duro reto de NO DEPENDER DEL AUTOMÓVIL para nuestros desplazamientos. Es inevitable que para que esto ocurra es necesaria una concienciación ciudadana que actualmente en nuestro país se magnifica por su ausencia, mucho más si nos comparamos con otros países del mundo, y por descontado de Europa (que es lo más cercano en referencias). También es necesario que se entienda la bicicleta como lo que es, un medio de transporte, y por eso se deben crear vías ciclistas que ayuden a ello, siempre y cuando SE RESTE EL ESPACIO A LOS AUTOMÓVILES o, como mínimo, se pueda compartir el espacio con ellos de manera pacífica (zonas residenciales, calles 30, calles amables, etc.). Lamentablemente esto es algo que no se suele hacer, quitando los espacios a los más débiles, los peatones, con un determinado tipo de vía ciclista denominada ACERA-BICI, que no resuelve ningún problema y mayoritariamente los crea. Por descontado, en nuestra ciudad se hacen cosas bien y cosas mal, al igual que en el resto de España, y es ahí donde debemos incidir, para CORREGIR LOS ERRORES.

Sería necesaria, asimismo, una educación básica desde pequeños (e incluso en la educación adulta también) sobre otros métodos alternativos a los automóviles, donde obviamente se incluye el transporte en bicicleta, para erradicar la dependencia de los mismos relatada más arriba. A día de hoy, a nivel nacional, parece algo utópico, pero no es imposible. Cuando una persona disfruta de una actividad es bastante probable que la siga manteniendo a lo largo de toda su vida. Por supuesto, con el ciclismo esto también es posible.

Los elementos de seguridad no son obligatorios, pero son "de seguridad" por algo: te pueden salvar la vida. Me refiero, concretamente, al uso del CASCO, con el que se podrían evitar muchas muertes de ciclistas, como el de una mujer en Pamplona mientras circulaba por el carril-bici (aunque aquí también repercutió el diseño deficiente de dicha vía ciclista). No son molestos y su funcionalidad es enorme. En general en todas las ciudades de España se hace caso omiso de su utilización, y por supuesto Albacete no es una excepción (como ya comenté en un estudio que yo mismo hice un día que circulaba como peatón por tener mi bici en el taller).

En resumen:

La casuística sobre la movilidad ciclista a nivel estatal es enorme en todos los ámbitos, pero deberíamos reflexionar sobre si se le está dando la importancia que realmente merece.

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Y ahora lo más interesante (o menos, depende de para quién), que es contaros de manera muy resumida toda mi experiencia como ciclista (urbano y de campo):

Yo de pequeño disfrutaba del ciclismo "de fin de semana", es decir, cuando iba al pueblo siempre cogía la bici y salía por ahí a dar vueltas sin saber nada del mundo. En época de estudios básicos (hasta bachiller) iba a pie a todos lados en la ciudad, y ni siquiera se me pasaba por la cabeza coger una bicicleta para desplazarme, pero luego hacía rutas cicloturistas cuando iba al pueblo (trayectos cortos, de entre 10 y 20 km). Cuando empecé la universidad me cercioré de que usar la bicicleta en la ciudad me ahorraría tiempo y problemas, y comencé a usarla como medio de transporte; por aquel entonces yo no estaba habituado a circular y solía ir por las aceras a baja velocidad (algo absolutamente prohibido, pero claro, yo en aquel momento no lo sabía ni había nadie COMO YO AHORA que me lo dijera). Y la costumbre acabó llegando a la vida, y en los últimos cuatro años estoy circulando por la ciudad por donde debe ser, la calzada, y por aquellas vías ciclistas practicables que existen (que son las menos, por no decir casi ninguna). SOY ANTICARRILBICISTA, sí, y opino que el lugar de la bicicleta es la calzada y todo el mundo debería circular por ella como norma general, mucho más si tenemos en cuenta el diseño y ejecución de algunas vías ciclistas de la ciudad. Yo, de momento, creo ser uno de los pocos ciclistas que cumple todas las normas de circulación en nuestra ciudad y seguiré haciéndolo así. Los demás cada uno con su vida, pero de las veces que les llamo la atención OJALÁ y me hicieran caso alguna vez.

Y hasta aquí la reflexión. Gracias a los que han leído de cabo a rabo, y a los que no también. Espero vuestros comentarios, ya sean quejas, respaldos o argumentos absolutamente contrarios a los que yo he expuesto.

Y a vosotros os dejo otra reflexión: ¿Cuánta gente veis circulando por las vías ciclistas en vuestros trayectos? CASI NADIE. De hecho hay más que circulan por las aceras, como ya he reiterado demasiadas veces. Digo yo que por algo será, ¿no?

Un saludo, ¡y a pedales!


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